El conductismo se basa en una idea fundamental: un estímulo A
provoca una respuesta B y el mecanismo que explica esta interacción es el
condicionamiento. Este planteamiento fue matizado y complementado a partir de
1930 con la visión de psicólogos neoconductistas como Skinner, Thorndike y
Hull. Los neoconductistas sostienen que las variables del estímulo, respuesta y
condicionamiento no son suficientes para entender la conducta, por lo que
también es necesario comprender los procesos mentales que afectan al ser humano.
El conductismo es una corriente de la psicología que se inició a
principios del siglo XX y su máximo representante fue J. B Watson
Los ejes básicos del conductismo son los siguientes: el objeto de
estudio de la psicología es la conducta observable y el método a seguir es la
observación experimental. De esta manera, el enfoque conductista rompía con la
tradición anterior, en la cual se analizaban los estados de conciencia y la
introspección era el método de análisis fundamental.
ASPECTOS FUNDAMENTALES DEL
NEOCONDUCTISMO
El principal objeto de estudio es el aprendizaje y la finalidad de
esta corriente es crear un marco teórico general del aprendizaje.
Hay una analogía entre la mente humana y el ordenador. Partiendo de
esta semejanza como modelo, los neoconductistas explican lo que ocurre en la
mente al realizarse una actividad determinada. Esto implica que el individuo no
puede entenderse como un simple organismo de entrada y salida de información,
sino que es preciso analizar los procesos mentales que intervienen en su
comportamiento.
Hay que indicar que los procesos mentales no son observables pero
tienen un papel en el conducta humana, tal y como sucede con las expectativas o
los mapas cognitivos.
El neoconductismo se ha centrado en temas como la empatía, la
motivación y la percepción
Con respecto al aprendizaje, los psicólogos de esta corriente dan
relevancia a los aspectos que intervienen en el proceso de aprendizaje, como el
lenguaje o las emociones.
El neoconductismo subraya el papel del medio ambiente en el proceso
de aprendizaje y la importancia de los métodos para el control de la conducta.
De esta manera, el medio ambiente actúa como un mecanismo de refuerzo sobre el
individuo, tanto en un sentido positivo como negativamente. En consecuencia, si
se modifican los refuerzos en un ambiente determinado será posible provocar un
cambio en la conducta humana.
La personalidad de un individuo es el resultado de tres parámetros
relacionados: el ambiente personal y social en el que vive, los refuerzos que
recibe y los procesos mentales que crea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario