sábado, 17 de diciembre de 2016

LA EDUCACIÓN LIBERADORA Y LA PEDAGOGIA CRITICA

PAULO FREIRE


BIOGRAFÍA
Hijo de una familia de clase media pobre de Recife, Brasil, nació el 19 de septiembre de 1921. Freire conoció la
pobreza y el hambre durante la Gran Depresión de 1929, una experiencia que formaría sus preocupaciones por los pobres y que le ayudaría a forjar su perspectiva educativa.
Freire ingresó en la Universidad de Recife en 1943, en la Facultad de Derecho, donde estudió filosofía y psicología del lenguaje al mismo tiempo. Se incorporó en la burocracia estatal, pero nunca practicó la abogacía, sino que prefirió dar clases de portugués en secundaria. En 1944 se casó con Elza Maia Costa de Oliveira, que era profesora de primaria. Tuvieron cinco hijos y colaboraron por el resto de su vida.
En 1946 Freire fue nombrado Director del Departamento de Educación y Cultura del Servicio Social en el Estado de Pernambuco, Estado del que su ciudad natal es capital. Trabajando principalmente entre los pobres que no sabían leer ni escribir, Freire empezó a adoptar un método no ortodoxo de lo que puede ser considerado una variación de la teología de la liberación. En esa época, leer y escribir eran requisitos para votar en las elecciones presidenciales brasileñas.
En 1961 fue nombrado director del Departamento de Extensión Cultural de la Universidad de Recife, y en 1962 tuvo la primera oportunidad de aplicar de manera significativa sus teorías, cuando se les enseñó a leer y escribir a 300 trabajadores de plantíos de caña de azúcar en tan solo 45 días. En respuesta a estos buenos resultados, el gobierno brasileño aprobó la creación de miles de círculos culturales en todo el país.
En 1964 un golpe de Estado militar puso fin al proyecto: Freire fue encarcelado como traidor durante 70 días. Tras un breve exilio en Bolivia, Freire trabajó en Chile durante cinco años para el Movimiento Demócrata Cristiano por la Reforma Agraria y la Organización para la Alimentación y la Agricultura de las Naciones Unidas.
En 1967 Freire publicó su primer libro, La educación como práctica de la libertad. El libro fue bien recibido y se le ofreció el puesto de profesor visitante en la Universidad de Harvard en 1969. El año anterior había escrito su famoso libro Pedagogía del oprimido, que fue publicado en inglés y en español en 1970. Debido al conflicto político entre las sucesivas dictaduras militares autoritarias y el Freire socialista cristiano, el libro no fue publicado en Brasil hasta 1974, cuando el general Ernesto Geisel tomó control de Brasil e inició su proceso de liberación cultural.
En 1997, el día 2 de mayo, a sus 75 años, falleció Paulo Freire; días antes de su muerte él mismo aún debatía sobre las nuevas perspectivas de la educación en el mundo. Su pensamiento pedagógico continúa vigente en nuestros días. Se considera que sus aportaciones sobre la alfabetización crítica emancipadora son un referente obligado en las nuevas aproximaciones socioculturales sobre la lectura y la escritura en el mundo contemporáneo. Así, por ejemplo, las teorías críticas y los Nuevos Estudios de Literacidad, recuperan buena parte del legado freiriano.
La pedagogía crítica constituye un campo de docencia e investigación que ha tenido como impulsor principal a Freire. En esta línea de trabajo se encuentran los estudios de Giroux, McLaren, Apple, Macedo.1
Paulo Freire y la pedagogía crítica
La pedagogía crítica ha sido considerada en la actualidad como el nuevo camino de la pedagogía, una en la cual se invite a las dos partes involucradas a construir sociedad desde la conciencia de los problemas sociales que se viven a diario y que afectan de manera directa e indirecta a las aulas de clase. Unos de los representantes de esta pedagogía es Paulo Freire, quien fue ministro de educación de su país, Brasil. Freire plantea que la educación en cada país debe de convertirse en un proceso político, cada sujeto hace política desde cualquier espacio donde se encuentre y el aula de clase no puede ser indiferente frente a este proceso; para este crítico de la educación, se debe construir el conocimiento, desde las diferentes realidades que afectan a los dos sujetos políticos en acción, aprendiz y maestro.
El maestro debe de ser el ente que lleve a los aprendices a pensarse la sociedad en la cual están desarrollando su proceso de aprendizaje, deben de construir desde los conocimientos previos que estos llevan al aula de clase, ya que son ellos un reflejo visible y fiable de las realidades sociales. Por su parte el aprendiz debe construir el conocimiento como un acto político, desde la relación con el maestro y los demás aprendices dentro del aula, para pasar de ser seres sociales pasivos a seres sociales activos, críticos y pensantes de la sociedad en la que están sumergidos. El pensamiento crítico dentro del aula no puede llevar a sus entes a ser seres negativos, por el contrario el negativismo debe de estar totalmente alejado del pensamiento crítico para no sesgar la mirada a lo positivo que se está viviendo y poder seguir construyendo desde la realidad.
Es precisamente de la pedagogía crítica propuesta por Freire de donde se desprende la Literacidad crítica que ha tenido como uno de sus principales autores al español Daniel Cassany, entre otros. Entendida como todo aquello que esté relacionado con la gestión de la ideología de los discursos, al leer y escribir, engloba todos los conocimientos, habilidades y actitudes y valores derivados del uso generalizado, histórico, individual y social del código escrito. (Cassany, D. “literacidad crítica: leer y escribir la ideología”).2 Sin embargo, encontramos otros autores que al igual que Cassany han tenido en el maestro Freire a su principal fundamento para hablar de Literacidad crítica. La razón es que el maestro cree en despertar la conciencia de los estudiantes sobre las posibilidades que existen en el mundo para que, en lugar de conformarse, puedan tomar acciones con el fin de transformar sus vidas. La Literacidad crítica como componente de la pedagogía crítica, se centra en el lenguaje (nieto y Bode. 2008:57), citado en Cummins, 2000. Shor define la literacidad crítica como “el uso del lenguaje que cuestiona la construcción social del individuo”



GIROUX

PEDAGOGÍA CRÍTICA

“Teoría que propone a través de la práctica, que los estudiantes alcanzan una conciencia crítica
dentro de su sociedad.”
La pedagogía crítica encuentra su sustento en la teoría crítica. Esta teoría inventó una nueva manera de leer la realidad, capaz de responder a las problemáticas sociales del mundo moderno; esta corriente se ha constituido en un punto de referencia en la búsqueda de una educación desde el enfoque crítico. Surgió, entonces, la pedagogía crítica como una pedagogía respondiente, porque implica una reacción generada desde una reflexión consciente y responsable.
Algunas de las CARACTERÍSTICAS que conforman esta teoría son:
- Es necesaria la formación de la autoconciencia para lograr crear un proceso de construcción de significados apoyados en las experiencias personales.
- Está encaminada a la transformación social en beneficio de los más débiles. La educación debe considerar las desigualdades sociales existentes en el mundo globalizado, así como adquirir un compromiso con la justicia y la equidad.
- Debe permitir a los profesores, y a la comunidad educativa en general, identificar las limitaciones y potenciar las capacidades de tal forma que éstas sean la base para la autosuperación.
Algunos de los elementos FUNDAMENTALES de la Pedagogía Crítica son:
- Participación
- Comunicación
- Humanización
- Transformación
- Contextualización
Es preciso aclarar lo que H. Giroux asume como contexto: espacio geográfico donde el individuo realiza sus acciones; también contempla las redes de significados –espacios culturales que incluyen elementos históricos, religiosos, sicológicos, ideológicos, etc.– que reconocen y aceptan los sujetos que comparten un mismo espacio físico.
Lo que un individuo interioriza a través del proceso de socialización depende del contexto en el que éste está inmerso (familiar, social, cultural y educativo). Cada individuo interactúa e interpreta de diferente manera la realidad en la que vive; esta interpretación se basa en las representaciones internas que construye. Según sean estas interpretaciones, así serán las actuaciones que realice; por ello, un individuo es más competente en la medida en que sus representaciones internas favorecen una mejor actuación sobre su vida.

“La educación debe tener presente estas relaciones y determinar cómo las condiciones estructurales de la sociedad influyen en el proceso educativo.”


MICHAEL W. APPLE

Después de leerme el documento en word enlazado por Víctor en el blog de la asignatura, quiero
destacar algunos aspectos básicos sobre la obra de Michael W. Apple y de cómo sus ideas se encuentran bajo la perspectiva crítica del currículum.
Sobre los aspectos biográficos, no voy a incidir mucho ya que en el documento está bastante bien explicado. Lo fundamental es que durante su infancia, adolescencia y juventud vivió bajo un contexto sociocultural muy característico, lo que influyó significativamente en su obra.  Este autor nació en el seno de una familia trabajadora de Patterson, New Jersey, (U.S.A.). Pronto se vio atraído por la educación y desde joven trabajó como maestro en escuelas locales, donde surgió su inquietud por la pedagogía y el potencial del cambio social de la educación. Actualente es profesor de Enseñanza y Estudios de Política Educativa en la Universidad de Wisconsin.
Las aportaciones de Appel se centran en un trabajo crítico y de análisis de los procesos educativos a partir del currículo escolar. De sus ideas, quiero destacar aquella en la que afirma que existe una contradicción que se da en una sociedad que se define como de la información y el conocimiento (que tanto pregonamos por todos los lados), pero que en los procesos de socialización conoce un giro conservador muy acentuado.
Apple estudió los problemas de la educación y centró sus indagaciones en los Estados Unidos, donde una fuerte carga ideológica describe el sistema escolar, empezando por el sector público, lo que para Apple es forzada orientación que recorta la posibilidad de crear criterios plurales en los futuros ciudadanos de la democracia norteamericana. En definitiva, opina que la escuela tiende a "construir" personas iguales, una especie de robots. Este modelo de enseñanza respondería a la necesidad de trasladar al plano educativo los requerimientos culturales y formativos que demanda el mercado y la industria, lo que llevaría a una anulación del estímulo del espíritu crítico. Con este cambio en las estructuras de la instrucción pública, que Appel atribuye al “neoliberalismo autoritario” se cambia el corazón y la mente de la ciudadanía.


PETER MACLAREN: UNA PEDAGOGÍA CRÍTICA PARA LA TRANSFORMACIÓN

El filósofo y escritor Peter Mclaren es un especialista en psicología del aprendizaje y uno de los principales propulsores de la pedagogía crítica en la búsqueda del conocimiento. Reconocido por sus teorías de índole marxista y con influencia de su maestro Paulo Freire, Mclaren señaló que “la pedagogía crítica es parte de un proyecto más amplio, de un movimiento social”.
“En términos simples, en la escuela el conocimiento tiene que ser pertinente, tiene que tener importancia para poder ser crítico, y tiene que ser crítico para poder ser transformador. Que el conocimiento sea pertinente o importante significa que la experiencia sea elocuente para las personas si la transformamos o si la transferimos a distintos contextos”, sostuvo el profesor y licenciado en Educación en una disertación brindada en la Universidad de Lomas de Zamora.
“Mi mentor y maestro, Paulo Freire, una vez me dijo: ‘Siempre trata de ser simple, pero no simplista. Ser simplista significa dar por sentado que las personas a las que te estás dirigiendo tienen el conocimiento y el bagaje para entender la complejidad de tus conceptos. Entonces, no seas simplista’” sostuvo, ante más de 200 alumnos.
Mediante la utilización de ejemplos escolares y universitarios, Mclaren intentó demostrar la necesidad de una amplitud pedagógica para la generación de un aprendizaje dinámico y participativo: “En una escuela, una docente muy progresista relató una situación acerca de una mujer que entró a un Club Social Portugués y fue violada. La maestra preguntó a sus alumnos: ‘¿Qué les parece este evento tan terrible?’. María, una alumna latina de clase trabajadora, levantó la mano y dijo: ‘Yo me formé en las calles, vivo en las calles, conozco las calles y sé lo que pasa en las calles. Esta mujer es una estúpida que se metió en un Club Social Portugués. Ya se sabe que son lugares peligrosos. Mis amigas y yo nos mantenemos bien lejos de ese tipo de lugares’. La maestra le respondió a María: ‘En este país las mujeres tienen el derecho y la libertad de entrar a los lugares que quieran en cualquier ciudad, en cualquier Estado, en cualquier punto del país en esta época, sin pensar que adonde entren van a ser violadas o les va a pasar algo’. Tenía razón. María se quedó callada. Y se quedó en silencio por el resto del año. Es decir, la maestra se comportó de manera políticamente correcta, pero pedagógicamente fue tonta. La enseñanza tiene que ser pertinente para poder ser crítica, sin silenciar las voces de los alumnos. Tiene que ser crítica para ser transformadora”.

Maclaren reafirmó su pertenencia a la visión marxista de la construcción social al afirmar que “la pedagogía crítica está para crear un conocimiento universitario fuera de la estructura de valor. Hablo de valor en el sentido que le da Marx en El Capital. La pedagogía crítica es parte de un proyecto más amplio en el camino hacia el socialismo”, finalizó.


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